martes, 26 de noviembre de 2019

Cruzar Fronteras, que agobio!

De Ebolowa Kye Ossy lo realizamos en un monovolumen, que llaman "de pique-nique"
(pic-nic), en dos horas (1.500Cfa.), a través de una de las mejores carreteras del país por la que he circulado hasta el momento pero con algunos baches que obligaba a esquivarlos reduciendo en muchas ocasiones la velocidad. La verde espesura del bosque que llega hasta la carretera es asombrosa. Los montes cercanos, igualmente cargadísimos de vegetación y altísimos árboles, hace aún más atractivo el trayecto. Lamentablemente se sigue viendo camiones transportando grandes troncos, consecuencia del lucrativo negocio maderero.
Pasamos cuatro controles policiales bastante rápidos y sin tanta tensión como en otras ocasiones, y llegamos al mercado de Kye Ossy mientras comenzaba a caer las primeras gotas de lo que iba a ser una intermitente lluvia durante toda la mañana. Era la segunda vez en todo el viaje que me caía agua encima, siendo necesaria una breve espera en una cafetería mientras tomaba un café, recordando que las lluvias inoportunas siempre me han traído mala suerte cuando viajo.
Para ir a Inmigración donde sellan la salida del país en el pasaporte hay que subir a un MotoTaxi y dirigirse al edificio policial situado a varios cientos de metros del mercado. Allí, unos agentes sentados muy sosegadamente sobre banquetas de madera en la entrada me recibieron cordialmente. Uno de ellos recogió mi pasaporte y me pidió que lo acompañara a su oficina. Aquí todo fue muy rápido, sin preguntas, ni revisión de mochilas, ni nada más. Maravilloso.
Como ya me habían visto llegar (soy un blanco perfecto!), un taxista esperó que concluyera todo el proceso para ofrecerse a llevarme hasta Bitam, la ciudad gabonesa más próxima a la frontera. Negociamos el precio del trayecto por que era un taxi compartido y sólo viajaría yo. De 8.000Cfa. que me pidió primeramente tras unos minutos de negociación lo bajó hasta 4.000Cfa.. No tenía otra alternativa. Parece ser que en MotoTaxi, que es lo más rápido y económico, no se puede realizar porque hay que pasar dos puestos de control más, a cinco metros uno del otro, donde queda reflejado por escrito la salida. En ambos me pidieron dinero que igualmente me volví a negar a dar. Ya se me hace cansino esbozar tantas sonrisas falsas para distender los tensos momentos provocados por estos subnormales con la única finalidad de causar temor y miedos y tener que pagar lo que pidan. Pero "me sabe" cuando les miro fijamente a los ojos mientras invado lentamente su "distancia social" y les digo que no tengo nada que dar, que su embajada me ha insistido en no colaborar con la corrupción!!. Siempre a sucedido que tras unos segundos de incertidumbre me devuelven el pasaporte, que pillo y salgo raudo!. Sin mirar atrás, claro.
Lamentablemente no sucedió lo mismo con una anciana gabonesa que cruzaba con una cesta de naranjas para vender en el mercado a la cual dos policías le quitaron sin pena alguna cuatro o cinco para comérselas ahí mismo. Así se las gastan estos "funcionarios del estado".
Una vez en el lado gabonés, tras conducir varios kilómetros por tierra de nadie hay que pasar un primer control de entrada al país, donde también toman nota en un libro de registro el pasaporte (pero no lo sellan), la reserva de hotel, el certificado de vacunación, y una corta charla amable.
Al lado del habitáculo policial varios vehículos sin identificación como transporte público (clandós) esperan aparcados a los pasajeros que se dirigen a Bitan, la primera ciudad, a unos 30kms. (1.000Cfa.) de la frontera. El taxista, muy astutamente, me dejaría junto a uno de ellos, evitando de esta manera la segunda parte del trayecto, ganándose así 3.000Cfa. en la operación. Tras discutir con él burdamente durante un rato esa trampa bien preparada, y viendo que ahí se había acabado el trayecto, introduje mis mochilas en el maletero y esperé que llegaran otros viajeros para continuar el viaje.
En pocos minutos el taxi se llenó con los cuatro pasajeros que viajaríamos a través de una excelente carretera, pasando otros cuatro controles más donde tuve que mostrar el pasaporte sellado con el visado que me dieron en Yaoundé
Contemplar tanta vegetación que invade la carretera, y que en muchas ocasiones hay que esquivar, es un espectáculo. El olor a bosque se transformó rápidamente en extraordinaria humedad y oscureciéndose de repente comenzó estrepitosamente a llover. Bienvenido a Gabón!
El taxista fue dejando a los pasajeros cerca de sus viviendas y se detuvo frente al edificio de Inmigración. Le pedí que me esperase con mis mochilas en el vehículo para poder realizar el proceso administrativo y así igualmente intentaría evitar el registro de ellas.
La sorpresa llegó cuando al entregar mi pasaporte la secretaria me pidió "la Ficha", un documento que tenían que haber rellenado los policías del primer control gabonés y no lo hicieron, ya que sin él no se podía entrar en el país. No me lo podía creer!!. Atónito e irritado tuve que tratar con el taxista para que me volviera a llevar al comienzo de toda esta "Operación Visado!", con el consiguiente paso por todos los controles nuevamente!, y finalmente regresar a Inmigración de Bitam con la puta hoja escrita (se les había olvidado redactarla!), que no es otra cosa que un impreso oficial donde detallan otra vez más mis datos personales y en qué hotel tengo reservada al menos una noche. Pues tenía razón la secretaria de la embajada gabonesa en Yaoundé, que sin reserva de hotel (la use o no) no me sellarían el pasaporte. Esa reserva, que me la había realizado ella misma, ya la había yo anulado hacía varios días porque no pienso llegar a la capital hasta dos o tres días antes de regresar a casa.
Finalmente, tras aportar fotocopia de la página principal del pasaporte con mi foto, del visado y del billete de avión de salida del país pude conseguir el tan "trabajado" Sello de Entrada.
Sin duda alguna, es esencial para viajar por estos países tener una mente muy abierta, buen sentido del humor ante los encuentros policiales, ser amable y considerado (incluso en situaciones frustrantes), tener mucha paciencia y que la suerte esté de mi lado.
Si en principio iba muy bien de tiempo porque salí temprano de Ebolowa, ahora había perdido demasiadas horas para continuar viajando el mismo día. Al final tampoco fueron revisadas mis mochilas. Algo inusual en estos países africanos (!).
He optado por quedarme en esta pequeña ciudad para descansar de tanto agobio continuado y bajar las pulsaciones paseando relajadamente, aunque no tiene nada interesante. Si acaso su amplio y vibrante mercado que abarca varias calles con todo tipo de tenderetes (maquis), otras tantas de terrazas para beber y oír música y algunos puestos llevado por mujeres (bédoumeuses) de pescado y carnes al grill (grillades) o con donuts locales que acompañan con judías en salsa, carne picada, ensalada... Para hacer bocadillos (baguettes) con mayonesa, Piment (mejunje muy picante de pimiento y hierbas.
Los hombres son más de parrilladas (grillades) de trozos enteros de carne, pinchitos (brochettes), pollo cortado a trozos (coupé-coupé) salpimentado. Aquí ya no se venden las bolsitas de medio litro de agua, sino todo embotellado. Y se nota porque apenas hay plásticos titado por las calles. Varios supermercados regentado por libaneses y mauritanos abastecen también a la ciudad. Casi todo es más caro que en Camerún.
Me he quedado en Auberge des Voyagueurs (5.000Cfa./cama doble/ventilador/baño compartido), uno de los mejorcitos entre los económicos.
Aproveché para plastificar las fotocopias en color de varias hojas de mi pasaporte, como hago siempre, y así evito la continua manipulación del mismo en los controles policiales, los hoteles donde hay que registrarse y el pago por ventanilla de los billetes de viajes de las guaguas, minibús o estaciones de trenes.
Continuando la carretera Nacional 2 dirección S., me dirigí a Oyem, la siguiente ciudad, tras otro cinco controles de carretera, para pasar igualmente otra noche, ver la ciudad y visitar su gran mercado que es bastante peculiar "de poblado de carretera". Lo atraviesa una calle principal que lo divide en dos. Hay muchos musulmanes atendiendo en los negocios y parece que se mueve mucho dinero. También aquí todo es más caro.
He comprado otra tarjeta de teléfono para realizar la llamadas oportunas.
Me estoy quedando en el hotel JB (10.000Cfa./cama doble/baño/ventilador) que me recomendó el taxista que me trajo, situado en el centro de la ciudad y cerca de muchos restaurantes locales, .
Esta noche ha caído una gran lluvia que afortunadamente me cogió cenando en un pequeño restaurant local. Estoy observando que la comida callejera gabonesa no se diferencia mucho de los países anteriores. La mandioca, el arroz, el pescado ahumado, las hojas de mandioca, salsa de arachid (cacahuete), sigue siendo los principales sustentos, así como pescado frito o al grill o carne en sus diferentes versiones (frita, asada o en salsa).
Ahora con más conocimiento y viendo cómo se mueve este país mi siguiente plan será atravesarlo de Noroeste a Sureste en diferentes medios de transportes, hasta Franceville, haciendo algunas paradas durante el trayecto.
Y la primera será en el Parque Nacional de la Lopé y si tengo suerte encontrar un guía local que me pudiera conseguir un vehículo 4x4 para pasar varios días de safari en el interior del Parque. Aunque ésta no es la mejor época del año para ver con facilidad grandes animales quiero probar suerte a ver si sucede algo especial.

lunes, 25 de noviembre de 2019

Finalizando Camerún

De Limbé a Doula hace algunos años se tardaba menos de una hora, pero ahora se hace en casi dos horas. Entre los continuos reductores de velocidad de carretera, la cantidad de enormes camiones y los interminables controles policiales, ya se hace todo esto lento y cansino.
He parado unas horas para pasar por la Cía. Royal Air Maroc para cambiar el billete de vuelta a Gran Canaria. Como en la embajada camerunesa exigen billete de avión de vuelta, para no tener problemas en su obtención lo saqué desde Douala, así que como ahora quiero pasar a Gabón, he tenido que cambiar esa vuelta, que esta vez la haré desde Libreville.
Nuevamente en carretera me dirigí a Yaoundé con la Cía. United Express, supuestamente una de las mejores (8.000Cfa./climatizada/wifi/incómoda/1h. de retraso en la salida y algo más de 4h. de trayecto), para pasar unos días visitando la ciudad, capital del país, mientras esperaba por la obtención del visado de la embajada de Gabón.
Poco atractivo me ha parecido Yaoundé. Aunque los MotoTaxis están limitados en el centro de la ciudad, como en Douala, el caos que se organiza con los taxis compartidos es asombroso, si bien es un servicio fácil de usar y barato (desde 100Cfa. el trayecto) para moverse. Como en toda ciudad grande es el medio de transporte más utilizado por los vecinos. Se ven alguna que otra guagua de línea pero son muy pocas.
Me he quedado en una habitación de camas compartidas, en la que no había nadie más, en Foyer International de la Iglesia Presbiteriana (6.000Cfa.), una antigua casa de hospedaje con baños compartidos, bastante limpia y familiar, en el barrio Etoa Meki, cerca de las embajadas. Como no he considerado nada interesante esta ciudad me he movido sólo el tiempo necesario para tramitar el visado gabonés por el Mercado Central, ya bastante decadente, que ha perdido la personalidad de antaño por los diferentes mercados que se encuentran en otros puntos de la ciudad al que acuden muchísimos más vecinos.
La enorme Catedral de Notre Dame que se encuentra cerca y se podría decir que es el centro neurálgico de esta ciudad, siendo más sencillo parar un taxi para dirigirse a cualquier otro punto sin esperar mucho.
En frente hay un supermercado donde se encuentran sentados algunos cambistas de moneda de turno, con buenos precios al cambio. En algún que otro puesto del Mercado Central también se puede cambiar.
De suerte, en hora y media tenía sellado el pasaporte y con menos de una semana para salir de Camerún, mi siguiente destino ha sido Kribi, otra ciudad costera de excelentes playas y atracciones cercanas en la que quería pasar unos días para organizar la primera incursión por Gabón.
Me he quedado el primer día en el hotel du Place (7.000Cfa./cama doble, baño y ventilador) cerca de la estación de la Kribienne, la guagua que me ha traído hasta aquí desde Yaounde (5.000Cfa./6h.). Salida con retraso, lenta e incómoda.
En uno de los cinco controles de la policía uno de ellos me amenazó con retenerme y sacar mi mochila de la guagua porque le mostré la copia en color plastificada de los sellos del visado y de entrada de mi pasaporte, que siempre hago porque casi todos los permiten, para que no me lo manoseen y ojeen todos los sellos como si de una revista se tratara ya que me hacen perder tiempo en los controles y siempre era el último en subir al medio de transporte. Finalmente lo que quería era amedrentarme para pedir "un algo", y que me volví a negar a dar. Sigue funcionándome el NO a la Corrupción. Y cruzo dedos "por si aka!!". Por cierto, otros seis pasajeros también fueron retenidos por diferentes motivos. Supongo que con la misma táctica de presión y de "libre contribución".
Al siguiente día fui buscando una playa adecuada donde pasar unos días pero aquí es realmente caro cualquier hotel frente al mar. Y los fines de semana se llenan de locales aparentemente con bastante dinero. Pagar desde 30.000Cfa. la noche no es un gasto que se pueda permitir un camerunés medio. A no ser que duerman cuatro en una cama!. Que no me extrañaría nada!.
Me he quedado finalmente en el hotel la Brisa (tras regateo: 20.000Cfa./cama doble, baño, Tv y climatizada), a 5 minutos del centro en MotoTaxi, y con una pequeña playa bastante agradable.
Todas las mañanas los pescadores echan varias veces el trasmallo pero la pesca es escasa. Lo más que arrastran son todo tipo de plásticos.
Las pequeñas comunidades de pescadores tienen sus viviendas a lo largo de esta costa. Puestos de pescado a la brasa abundan igualmente. Hay algunos restaurantes locales y barbacoas individuales que colocan mesas y sillas bajo los árboles para que los clientes disfruten del día de playa. Las terrazas, bares o buvettes se llenan de gente al atardecer. Allí mismo se come y se bebe. Y se discute! Televisores, pantallas grandes para el fútbol o Dj's amenizan en todo momento hasta bien entrada la noche.
A parte de playas y sus hoteles hay varias atracciones que hace a Kribi un lugar idóneo no sólo de fines de semana.
A pocos kilómetros se encuentra la cascada La Lobe, de las pocas en el mundo que cae directamente sobre el mar, formando una preciosa orilla de arena dorada y espuma color chocolate que fluye entre el espeso bosque que la rodea.
Varias canoas de pescadores se acercan a capturar peces mientras otras las ofrecen para pasear cerca de la caída de agua o para navegar río adentro.
La playa, aunque no es muy larga, es preciosa. Y limpia. Ya se encargan los vendedores de los puestos y del restaurante cercano de adecentarla.
Mi siguiente paso será llegar a la frontera con Gabón.
Mi plan era cortar camino para ir a Ebolowa, la última gran ciudad camerunesa con transporte hacia Amban - Kye Ossi, el paso fronterizo, sin tener que regresar a Yaoundé, por una carretera de tierra que bordea el bosque del Parque Nacional Campo-Man (175Kms.) ahora menos usada, pero los MotoTaxis no se atrevían o pedían demasiado, por lo que tuve que desistir de idea y hacerlo por el trayecto más largo. Salí de Kribi a las 8:30 y llegué a Ebolowa a las 17:15.
Cinco controles rápidos, uno identificativo y el último a mí solo, intimidatorio, para pedirme 10.000Cfa. por apuntarme en un libro que, por supuesto, me negué pagar. El tipo bajó al precio de hasta una puta cerveza y seguí negándome. Mientras, los pasajero con tanta prisa como yo muy mosqueados conmigo porque me sacaron del MiniBus y se estaba haciendo tarde. Y hasta no les pareció bien que no quisiera sobornar al policía porque es costumbre en ellos pagar. No entienden que si todos se negaran a pagar nadie seguiría pidiendo. Allá ellos y sus miedos.
En Ebolowa me quedo en un hotel (sin nombre) al que me llevó un MotoTaxi al preguntarle por alguno que fuera económico (7.000Cfa./cama doble, baño y ventilador) cerca de las agencias de transporte. Como ya es demasiado tarde para seguir preferí pasar la noche aquí y continuar el viaje mañana. Breve paseo al caer la noche, cerca del hotel, y cena en una de las terrazas ambientada con música de Dj.
Esta ciudad va a ser la última que me quedo antes de llegar a Kye Ossi para poder cruzar la frontera entre Camerún y Gabón, mi siguiente destino.

Ya se verá...

jueves, 21 de noviembre de 2019

COMER EN CAMERUN


Como en cualquier país que he visitado comer preferentemente en la calle me hace valorar su riqueza culinaria, cultural y económica, a la vez que me permite observar las costumbres y las formas de compartir.

Camerún es un país con una tierra que posee una gran riqueza pero con mucha gente pobre sobreviviendo en su día a día como les dejan.

Sin embargo ofrece una de las mejores cocinas de todo el Oeste de África, también influenciada según las zonas del país.

En el Norte domina cereales como el maíz, el millet (hecho couscous o fufú) y el arachid (cacahuete en todas sus versiones: crema, palitos, hervido, tostado...)

En el Sur domina la cassava o manioc (mandioca), el ñame y el plantain (banana sancochada, frita o asada o hecho fufú).

Las calles se llenan de puestos con barbacoas que dan su particular olor y mucho humo!. Si en el N. es la carne de cabra, vaca y pescado de lago y río en todas sus versiones (ahumado, seco, frito o sancochado), en el S. el pollo, el cerdo y el pescado de mar.

Sin duda alguna las grandes ciudades y hoteles de categoría alta tienen sus restaurantes sirviendo variedades internacionales y también locales.

Las Pattiseries, Bulangeries (dulcerías-panaderías) ofrecen cantidad de productos recién hechos de excelente calidad y suelen tener un pequeño supermercado anexo.

Por las mañanas los puestos de barras de pan (baguetes) abarrotan algunas de las calles más comerciales y en los de café o té (cháe) se prepara tortilla de espaguetis, pan con mantequilla, cacao o sucedáneo de mayonesa, también platos calientes de frijoles, batatas, yam (ñame), bule de mijo (puré hecho en masa espesa), o los donuts locales (bolas fritas de harina, banana o ñame).

En la zona anglófona es el pan de molde el que mayoritariamente se vende. La baguette es puramente francesa, y eso como que no!

En todo el país he visto infinidad de puestos de barbacoa de pescado, carne de cabra, vaca o incluso de cerdo (Roti de Porc), en este caso son trozos de carne hervida, luego cortada y frita según el cliente elija los trozos con un largo tenedor, servido junto al plantain (plátano macho) en un plato con palillos. Si es para llevar todo se envuelve en un trozo de papel reciclado (puede ser de colegio o de oficinas) y en bolsitas de plástico.

También hacen pinchos de carne (soya) o pescado que acompañan con pimienta en polvo y un trozo de lima.

Suelen acompañar también a los platos el "Batón de Manioc" o Miondo, una masa hervida envuelta en hojas y con forma de bastón.

Es alrededor de las agencias de transporte y los mercados donde más posibilidad hay de degustar los diferentes platos locales de la manera más genuina: con las manos, con palillos de dientes, con cuchara o tenedor, y compartiendo mesa y banqueta alargada bajo la sombra.

Los restaurantes locales (Chantiers) o los casi de casa familiar son simples espacios para comer lo más tradicional a un precio más razonable que los grandes restaurantes.

Calderos con diferentes verduras, carnes o pescado en salsa, fufu, pescado o carne al grill acompañado de plantain, batatas fritas o bastones de mandioca.

En los bares o terrazas donde se bebe alcohol se puede llevar la comida comprada en los puestos cercanos. Las mesas se comparten. Y las conversaciones.

Aquí también muchos hombres pasan su tiempo en los bares o terrazas bebiendo cervezas. Muchas cervezas. Compartiendo con amigos o en solitario. Las mujeres también beben pero no son tantas como ellos.

En muchos casos la música supera todo los niveles acústicos.

Creo que es por eso por lo que los cameruneses gritan tanto todo el día. Están sordetas de tantos decibelios golpeándolos diariamente!!. En serio, están acostumbrados a los ruidos. Las motos, los coches, las guaguas, los camiones, los gritos innecesarios... todos forman tremendo jaleo.

En frutas y vegetales hay una grandísima variedad. Según la temporada: mango, sandía, papaya, piña, aguacates espectaculares, pepinos, lechugas, tomates, cebollas...

Algunos de los platos que he comido o visto diariamente:

Bobolo - Casava fermentada en hojas y con forma de bastón.

Bongo Tchobi - Pescado o Carne cocinado con hojas verdes en una salsa oscura

Condreh - Plantain, carne y especias en aceite de palma.

Ebandjea - Pescado en salsa con limón, tomate y pimienta.

Ekok - Hojas verdes cortadas muy finas preparada en pulpa de semilla de palma al grill

Folere - Carne o pescado en salsa acompañado de fufu.

Fufú - Puré logrado tras machacar la cassava, el plantain. La batata... con un palo dentro de un cuenco de madera al que se le añade agua para lograr la consistencia.

Khokki - Pudín de maíz cocinado con hojas de ñame y aceite de palma.

Mbongo (o Bongo) - Carne o pescado en salsa oscura muy especiada.

Miondo - Puré de cassava envuelta en hoja de banana, con forma alargada, y sancochada o al vapor. También llamada Batón de cassava. Parecido al Bobolo.

Mintumba - Pan de cassava.

Nbomba - Estofado de carne o pescado envuelto en hoja de banana.

Ndomba - Pescado cocinado en hojas de banana muy picante.

Ndole - Hojas verdes cocinada con semillas de sandía (agoussi), especias junto con carne o pescado.

Njama-njama (o Ama-jama) - Hojas de una verdura común con Corn Chaff (mijo y frijoles, tomate y especias).

Nkwem (o Kwem) - Hojas de cassava y semillas cocinado en aceite de palma, acompañado casi siempre con ñame, plantain o cassava



Bebidas:

Las buvettes son puestos callejeros o simples bares donde se bebe todos los días:

Café au lait - Nescafé con leche condensada y agua caliente. 

Cervezas, por supuesto

BiliBili - Cerveza casera tradicional a menudo hecho de maíz, millet o sorgo. A menudo fuerte, de sabor algo amargo. También llamado Kwatcha si está hecho de mijo. Si es destilado en ginebra, lo llaman Afofo.

Matango (o white mimbo) - Vino blanco hecho de la palma. 

lunes, 18 de noviembre de 2019

La Circunvalación Fallida

Mi siguiente intención ha sido trasladarme a Bamenda para realizar el Circuito de Circunvalación (aprox. 360Kms.) a través de interesantes comunidades de la provincia del Noroeste, una zona con unas características muy peculiares paisajística y de vida social. 
Desde Bafoussan son 80Kms. y lo hemos realizado en MiniBus en 4 incómodas horas ya que también por aquí parte de la carretera está bastante destrozada aunque, sin duda alguna, las vistas son espectaculares! Estamos sobre los 1.400mts. de altitud y se siente un ambiente agradable, sobre todo por las noches que no son frías.
En Bamenda me he quedado en una de las habitaciones de la Misión Baptista (9.000Cfa./baño/salón-cocina compartido), algo alejada del centro pero en un emplazamiento seguro y escrupulosamente limpio, con unas vistas espectaculares a los montes que nos rodea y a esta decadente ciudad de edificaciones y viviendas manchadas por la excesiva polvareda y tierra acumulada entre las callejuelas que las atraviesan.
Ahora estoy empleando más el inglés para comunicarme porque la mayoría de la población lo habla. Y muchos odian el francés!.
Nada más llegar ya me comienzan advertir de lo peligroso que es en estos momentos viajar por el N.O. de Camerún. Los problemas políticos en esta parte anglófona del país estallan cada cierto tiempo, y parece ser que aún continúa la situación tensa en la calle, aunque no se publicita fuera del país.
La última información que yo disponía antes de salir de viaje era, como en el N. de Chad, que se encontraba en un estado de cierta calma, y para conocer la realidad era necesario trasladarme hasta aquí.
Como sucede en este continente desde hace muchísimos años, debido al silencio "pactado" de los medios internacionales, no se oye ni se lee nada de los problemas que están viviendo muchos africanos y en este caso los cameruneses del oeste del país.
Los colonizadores franceses y británicos, con el reparto de sus demarcaciones africanas han conseguido separar a las comunidades, enseñarles idiomas diferentes e implantarles políticas y políticos antagónicos a su realidad social. La imposición de la lengua francesa a quienes se sienten identificados con la británica ha motivado manifestaciones y acciones populares de protestas contra las políticas de los últimos presidentes, demandando la independencia de esta zona, algo a lo que se oponen el resto de los cameruneses. Suena tanto a Cataluña-España!.
A que ha llevado todo esto?, pues policías y militares muy restrictivos e indolentes, tensión, abandono y poca inversión en infraestructuras en el Norte Oeste del país mientras que el Sur experimenta una economía más abierta, con más inversiones. El dictador Biya, el presidente que lleva más de 37 años en el poder, marginaliza las regiones anglófonas en favor de las de habla francesa, enfrentando a estas dos comunidades. A la falta de trabajo, el dinero de las ayudas que no llega y que ante las manifestaciones de protestas la policía dispara sin miramientos, la manera más africana de humillar a su propia gente se impone a la fuerza. Cada día aumenta más las frustraciones. El sentimiento independentista que se fragua desde hace años abocará tarde o temprano en otra guerra civil "a lo africano". Y lo volveremos a ver delante de nuestro televisores sin entender que sucede en Africa!. Y cambiando de canal, pues penita nos dará!
Una de las noches desde mi habitación oí ráfagas de disparos de la policía muy cerca de la Misión. A la mañana siguiente no me pudieron confirmar si había sido repeliendo un ataque o dispersando alguna pelea entre borrachos de cualquier cantina.
He acudido a varias agencias de viajes y hasta la oficina del Ministerio de Turismo de esta ciudad y me han confirmado el peor de los presagios: la imposibilidad de viajar desde aquí en adelante, porque no pueden garantizar mi seguridad. Ni siquiera podré ir Buea, comienzo de la ascensión al Monte Camerún (4.095mts.) por lo peligroso que puede resultar igualmente para un turista. 
Hay constancia de secuestros para extorsionar al gobierno. De otra manera tendría que contratar junto al guía a varios militares para que me escoltasen, algo inviable en estos momentos para mis gastos viajando yo solo.
Así pues, he tenido que marchar de Bamenda, muy a pesar mío, y pasar a un nuevo plan: si no puedo subir a Monte Camerún al menos verlo de cerca desde Limbe, una ciudad costera bastante interesante.
Hay guaguas nocturnas que realizan el trayecto y, aunque la carretera sigue siendo nefasta, se puede realizar con seguridad y mucha paciencia. Ya, de comienzo, la salida se demoró algo más de una hora porque los mozos de carga discutían inflexiblemente los precios de los sacos que la gente quería trasladar en los maleteros de la guagua. Y hay algunos que se pasan de verdad. Si pesa poco más de 15Kgs. comienza una discusión entre gritos, malas caras y dura negociación. Finalmente, los maleteros fueron casi a rebosar!
Hicimos ocho paradas durante todo el trayecto, cuatro controles de carreteras y las otras para que el pasaje bajara en diferentes lugares. Tras la penúltima, de media hora, en una estación-cruce con Douala para que descendieran más pasajeros llegamos a Limbé a las 5:15  de la mañana por lo que tuve que esperar que se hiciera al menos las 7 para que amaneciera y poder dirigirme en taxi compartido (250Cfa.) al hotel Bay  (7.500Cfa./cama doble, baño, ventilador) puesto que nos encontrábamos a 6Kms. fuera del centro y en esta ciudad no hay MotoTaxis
Situado sobre un altillo en la zona de más movida, al atardecer los locales musicales colocan mesas y sillas en las calles y encienden sus aparatos musicales a todo meter hasta el amanecer, y desde mi habitación se oye muy bien!, las amplias vistas que dispone son magníficas. 
Esta ciudad costera de la provincia del suroeste de Camerún que mira al mar en varios kilómetros de playa súper-sucia está delimitada en diferentes zonas de esparcimiento: avenida con bancos de cemento, restaurantes, cantinas, puestos con mesas y sillas sobre la arena, barbacoas de pescado, camarones, algo de carne, bebidas frías.... Su arena negra volcánica, como toda la de la amplísima costa, viene de las piedras del Monte Camerún.
En la zona más al N. de la playa, y la más asombrosamente sucia, se encuentra el poblado de pescadores, con viejas chabolas de madera, un mogollón de embarcaciones de colores en la orilla y un constante movimiento de personas cargando o negociando la pesca del día.
La ciudad está rodeada de grandes plantaciones de palma y caucho, aún conserva las cabañas de los trabajadores descendientes de los antiguos esclavos. Sus familias siguen viviendo en ellas.
Como los días han estado muy nublados apenas he podido ver el Monte Camerún que se encuentra justo sobre esta tranquila y algo menos sucia ciudad, y en ocasiones un poco isla Bioko (Guinea Ecuatorial), que desde aquí en días claros también se ve perfectamente.
He aprovechado para disfrutar varios días de playa mientras y realizado algunas visitas. Si bien no ha salido el sol debidamente, el calor que está haciendo merece al menos unos buenos baños en alguna de ellas, que son de arena negra volcánica y de espesa vegetación que llega hasta el mar. Cuando baja la marea se puede observar la cantidad de basura que llega hasta sus orillas.
En la Milla 6 se encuentra la playa con ese mismo nombre, mal cuidada, donde van los vecinos los fines de semana.
En Milla 8, cerca del poblado Batoke, en la playa frente al hotel Etisah han instalado a la sombra de grandes árboles, palmeras y bananos, cerca de la orilla unos puestos de madera entre césped y arena para que lo usen los visitantes, previo pago de 1.000Cfa. al permanecer en ella. Se puede llevar comida y bebida, aunque la finalidad es negociar con el menú y las bebidas, pero es el triple de caro.
Unos metros más al N. otro trozo de orilla ha sido también arreglada para instalar unos puestos con sillas y mesas para pasar el día.
En Milla 11 está muy bien instalado el hotel Seme, el acceso cuesta 1.500Cfa. los sabados y domingos. Es un lugar perfecto para disfrutar de sus instalaciones, con un arroyo que han encauzado para hacer una piscina de piedras junto a la playa. Mesas y sillas bajo la sombra de los puestos o de la enorme arboleda permite disfrutar del entorno, comer y beber (prohibido traerlo de fuera), y es aún más caro.
El agua del mar, estos días muy tranquilo, está bastante limpia y es segura pues apenas hay corriente.
Me pareció muy interesante visitar el Jardín Botánico, un enorme y extraordinario bosque natural fundado en 1892 por un horticulturista alemán (Paul Preus) para introducir y aclimatar nuevas plantas medicinales (algunas utilizadas por tribus ancestrales) y comerciales como la quinina, café, pimienta, caucho, bananas, palmeras de diferentes familias, cycas, helechos, te, cacao, caña de azúcar.... 
Un paseo alrededor del parque, con guía cuesta 2.000Cfa. ofreciendo excelentemente explicaciones de las plantas, sus usos medicinales y árboles más importantes que allí se encuentran.
El enorme jardín sirve tanto de centro de entreno, aprendizaje y desarrollo en agricultura, horticultura y forestal como de turismo y ocio acordes con las necesidades actuales. Actualmente, de los 1.500 taxones de plantas que alberga este jardín botánico 1.000 son plantas herbáceas y 500 son árboles. Se mantienen exhibición de diversidad de especies de todo el mundo, además de especies de la región. Las plantas se encuentran agrupadas en 23 áreas de diferentes temática.
Un pequeño cementerio alemán, mas bien memorial, junto al arroyo que cruza el parque, testigo de ese pasado. Expulsados los alemanes de Camerún, fueron los británicos quienes tomaron el relevo de continuar tanta excelente  
Y por supuesto, la visita al Centro de rehabilitación de animales silvestres que se encuentra muy cerca y que más bien parece un Zoo. Fundado en 1993 por la Fundación Pandrillus , una O.N.G. de conservación, es un proyecto de rescate y rehabilitación de la fauna salvaje en la región sudoeste de CamerúnRealizan también una tarea de educación medioambiental y de sensibilización de la población acerca de la excepcional fauna del Monte Camerún. Ha recogido a todos tras rescatarlos de su venta ilegal como alimento o ventas de crías como mascotas. 
Aunque muchos están enjaulados y la mayoría entre verjas electrificadas, las 15 especies de primates: más de 50 Chimpancés, 15 Gorilas, más de 70 Mandriles..., o serpientes, tortugas, cocodrilos y varias especies de aves, viven en precarias condiciones, unos en cuarentena para más tarde integrarlos en comunidad o si se da el caso para su liberación definitiva, pero al no disponer de terreno forestal para poder soltar a los recuperados es posible que nuevamente puedan ser capturados. También hay algunos que han sido llevado por sus dueños al no poder hacerse cargo una vez que han crecido mucho y les resulta complicado seguir manteniéndolos.
Hay varios cooperantes europeos trabajando en veterinaria ayudando con sus conocimientos a curarlos y salvarlos de unas condiciones horrendas que a punto ha estado de matarlos.
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