He comenzado el
desplazamiento en MiniBus desde Oyem hasta Ndjolé (4h./10.000Cfa)
una pequeña ciudad-cruce de carreteras y de vías del ferrocaril que une Libreville al
N.E., con Franceville al S.O. (aprox. 640 kms.)
y Lambaréné hacia el S..
La excelente carretera construida hace años por la Comunidad Europea atraviesa constantemente los impenetrables bosques ecuatoriales (me encuentro
justamente en el Ecuador), y en muchos puntos la envuelve completamente desde ambos
lados. No ha sido nunca adecentada y la hipnótica espesura que invade completamente los carriles es "podada" al ser rozada por los pocos vehículos que circulan por ella.
Como me han advertido que
la Carretera Nacional 2 que va en dirección al Parque
Nacional de La Lopé está en muy mal estado y el único medio de
transporte fiable que realiza este recorrido es el tren, realizando una de sus tantas
paradas en Lopé, pueblo justamente a la entrada del Parque,
aproveché una vez llegado a Ndjolé para dejar las mochilas, y ducharme, en
un hotel de esos de paso hasta la noche en una habitación que me alquilaron
por 4.000Cfa. porque el tren no llegaba hasta las dos
de la mañana. De paso aproveché también
para visitarla e interaccionar un poco con algunos vecinos en los bares, claro!.
El río
Ogooue atraviesa la ciudad y como está sucediendo en lago Chad el
agua ha subido bastante como para inundar muchas casas cerca de la orilla.
Parece ser que las lluvias este año han sido constantes y con mucha agua.
Tradicionalmente ha sido
el lugar de descarga de las compañías madereras dejaban sus mercancías en
embarcaciones y que luego lo transportaban por el río hasta la costa. Aunque aún se sigue
practicando, el buen estado actual de la carretera muchos enormes camiones
realizan este trabajo.
Sobre un altillo, una
peculiar iglesia cristiana vigila esta parte de la ciudad, donde todo se lleva
a cabo y se encuentra también su activo pero mal cuidado mercado, tiendas de
víveres, telefonía o ropa, varios grandes supermercados, los típicos puestos de
barbacoas, bares con sillas y mesas y música muy alta, parada de clandós (taxis compartidos) con
diferentes direcciones... Un movimiento constante de gente tanto en canoa,
minibuses como cargando mercancías comprada ahí mismo denota el gran auge
comercial en este cruce de carreteras que lo hace centro comercial de esta
parte del país.
Para ir a su estación de
tren (SETRAG/TransGabonais Explotation Company) que se encuentra a 8Kms.
hay que subir a un clandó (500Cfa.). El boleto se
compra horas antes de que llegue el tren. Sólo hay asientos de primera y de
segunda. Este sale de Libreville a las 6 de la tarde, por lo
que los diferentes paisajes que atraviesa se realiza de noche, llegando a Franceville,
al otro extremo del país, durante la mañana, si no ha sufrido retraso. Es una
lástima porque las mejores escenas del viaje se dejan de apreciar por circular a
oscuras. Me comentaban algunos pasajeros que suelen hacer este recorrido que
desconocen lo que atraviesan en tren. Básicamente porque a la mayoría tampoco les interesa ni valoran sus paisajes naturales. Lo mismo ocurre con el que viene de Franceville a Libreville porque
salen casi a la misma hora.
El tren que subí fue
el Express, un tren moderno con unos vagones prácticamente nuevos,
climatizado y sillones de calidad. La diferencia entre Primera y Segunda es simplemente el
grosor del asiento, que se reclina un poco más! y que cuesta casi el doble.
Como Primera estaba todo vendido compré Segunda y pensando en India o China,
que iría apretado y "petado" de gente, la sorpresa fue aún más grande
al ir atravesando los vagones para llegar al mío y encontrar Primera
"petado" de gente y Segunda, los pocos últimos vagones, completamente
vacíos de pasajeros. El único inconveniente que observé fue que habían más cucarachas que
pasajeros!!. Aunque eran las pequeñas, creo que las llaman
"inglesas" o algo así, no me incomodó.
El tren había llegado
a Ndjole con hora y media de retraso e igualmente sucedió al
llegar a Lopé. El itinerario con los nombres de las Estaciones donde para se encuentra escrito en todos los vagones pero hay que estar muy atento al paso de ellas porque no las comunican por megafonía y al ser de noche se pueden pasar si no
se va controlando una a una. Como casi me sucede, pues me bajé una estación
antes porque alguien me dijo que habíamos llegado a Lopé. Caminando
por el empedrado de las vías hacia la terminal pregunté a unos jóvenes que
estaban asomados a una de las puertas del vagón y me dijeron que no, que
subiera rápido, que esa no era la Estación. Era la siguiente!.
En Lopé, a las
03:30, me esperaba Paul, el propietario del motel Lokanda (10.000Cfa./cama
doble/ventilador/baño compartido, o 15.000Cfa. climatizado) que
llaman "Casa de Passage", fabricado con tablones de madera y
techo de metal corrugado -a medio día es necesario el ventilador, o
climatización-, a quien había telefoneado desde Ndjolé avisándole que me
quedaría en su establecimiento. Al igual que todo el pueblo, sólo hay luz entre las
16:00 (a veces antes) y 08:00. Un generador de corriente alimenta a todo el pueblo (mas o menos 1.000 habitantes), y cada casa tiene su contador. La ducha se realiza con
cubos de agua.
Casas de passage hay
varias y sobre el mismo precio y características. Un poco más alejado se
encuentra las cabañas de lujo del hotel Lopé, en la orilla del río
Ogooué. Se sale del presupuesto, evidentemente. .
Ese mismo día, y a pocas horas de mi
llegada, uno de los tantísimos ferrocarriles que transportan manganeso descarriló una
treintena de vagones quedando el servicio de trenes suspendido durante varios
días mientras arreglaban las vías. No he tenido más remedio que quedarme
obligatoriamente casi una semana porque no hay otra manera de salir de esta
parte del país debido al malísimo estado de las carreteras.
En una de las oficinas de
la estación de tren tiene su negocio Saturné, un conocido y
excelente guía local, que contraté para que me llevara durante dos días y medio
al interior del parque nacional, pernoctando en tiendas de camping dos noches.
Con más de 5.300Km² en
todo el Parque Nacional de la Lopé (primer espacio protegido
de Gabón) se ha registrado más de 1.500 especies
diferentes de plantas, 412 de las 700 especies de aves de todo
el país, Mandriles, Gorilas de llanura, Chimpancés, Colobos negros,
Cercopitecos de Gabón (endémico), Monos de nariz blanca, Elefantes
enanos y Búfalos de la selva, Leopardos, Sitatungas, Duikers
de lomo amarillo, Ardillas...
Hace algo más de dos
décadas sus bosques eran explotados para obtener la madera del Okoumé,
el árbol más preciado de las selvas gabonesas: En 2001 cesó su
extracción en el área y en 2002, con la declaración conjunta de los
parques nacionales sus bosques dejaron de explotarse. La caza furtiva también
dejó de ser tan persistente al igual que la tala descontrolada de árboles
aunque el gobierno hoy día no tiene medios suficientes para perseguirlo.
El territorio del Parque
está siendo analizado por arqueólogos desde el año 1987. Las
orillas del río Ogooué, especialmente las zonas elevadas, han sido
habitadas desde hace 400.000 años. Se han identificado refugios,
evidencias de trabajo del hierro, unos 1.800 grabados en la roca
y muchas cuevas.
Además de la migración
aguas arriba de bantúes y pigmeos, en dirección
contraria llegó al océano la cultura Tshitolian hace 14.000-5.000
años. Actualmente, la zona sigue siendo habitada por multitud de etnias
agrupadas en tribus o comunidades. Se estima que hay unas 2.000 personas
viviendo dentro del Parque. Tras la llegada de la colonización se construyó la
actual carretera y las vías del tren a orillas del río para la explotación
maderera, con lo que se levantaron aldeas en los mismos lugares.
Diferentes precios
determinan el tipo de safari que se puede realizar para observar de cerca la
cantidad de vida existente en el parque.
Es obligatorio la
contratación de un guía y dependiendo de la cantidad de visitantes varios guardas del parque. En mi caso fue necesario un vehículo 4x4, un guía y un
guarda forestal (Joseph) que en ningún momento se separaba de mi. El
peligro de los animales salvajes se encuentra a pocos metros y puede
sorprender. Unas normas de obligado cumplimiento me fue dictado antes de
comenzar la marcha como que en caso de ataque de algún chimpancé hacer una
barrera entre los tres, gritar y realizar movimientos también de ataque, o si
un elefante nos descubre y nos ataca soltar mochilas y correr separadamente!.
Esta me gustó más!.
Hemos circulado unos 15Kms.
(10 en línea recta) del pueblo hasta una zona de sabana parcheada con una
enorme cantidad de hectáreas de bosque de galería tan espeso que es casi imposible
distinguir un elefante a pocos metros.
En un primer intento
montamos las tiendas junto a un riachuelo para tener cerca agua para la comida
y bañarnos, pero comenzó estrepitosamente a llover, obligándonos a recoger
todo el material y cambiar de ubicación por el riesgo que teníamos de inundarse las tiendas. Nos pareció buena idea montar todo en una de las tarimas de las
casetas del Punto de Observación del Parque que se encuentran
sobre un cerro, y aunque no ha sido concluido aún por los carpinteros,
teníamos una visión perfecta de la vida que pudiera moverse por esa zona, aunque algo lejos del acceso al agua (1,5Kms.), al que tendríamos que regresar
para embotellarla y trasladarla al campamento en varias ocasiones, o lavarnos. Como ha estado lloviendo en varias ocasiones el agua corre canela.
Durante los dos días y
medio hemos caminado por una red laberíntica de senderos marcado tanto por los
guardas forestales como por los propios animales en sus desplazamientos en
busca de alimentos. Atravesamos una serie de arroyos que circulan entre
frondosos árboles y arbustos rodeado de apacibles sonidos de aves y algún que otro gran
animal.
Lo más característico de
este espacio es el mosaico de sabanas y bosques húmedos. Sobre el origen y
persistencias de éstas existe cierta controversia pues no se termina de
entender la presencia de los claros herbáceos en las condiciones de humedad de
estas latitudes ecuatoriales. Claros que la selva no llega a reconquistar.
Sin embargo, comparado con
otros parques que he visitado no me ha parecido tan extraordinario como lo
publicitan, a no ser que se profundice durante muchos días a pie en su interior
persiguiendo al tipo de animal que se quiere localizar.
Hemos seguido las huellas
de varios grupos de elefantes enanos hasta que nos localizaron antes que
nosotros a ellos, produciéndose un encuentro crítico por el cual tuvimos que
abandonar la zona "sin mirar atrás!". Son mucho más agresivos que
cualquier otro elefante africano, sobre todo si se mueven con alguna cría.
Huellas de nudillos y pies
de Chimpancé, incluso los hemos oído gritar, y localizar algunos
nidos usados en su momento. Estábamos en su camino pero no los hemos podido ver.
Vimos un cocodrilo en
una charca que posiblemente tenga una cueva profunda que se comunica con
el río Ogooué. Restos biológicos y huellas de Antílopes,
Cervatillos, Cerdos salvajes, varios grupos de Búfalos,
algunas Águilas coronadas, parejas de Turacos, Abejarucos
rosados, Ardillas, y es posible que nos haya visto alguna pantera y
haya huido al interior.
El bosque pluvial es un
ecosistema lleno de vida animal y vegetal, pero esto no garantiza la perfecta
visión de la vida silvestre. Las diferentes especies se mueven diariamente en
busca de comida y un espacio para descansar por lo que pocas veces se encuentran en
los mismos lugares. Hay que caminar bastante intentando no hacer ruido en
absoluto y oyendo los diferentes sonidos que llegan desde el interior. Y Saturné para
esto es un máquina!. Descifraba la mayoría de los sonidos. Las explicaciones referentes a las plantas y los árboles existentes sorprendían igualmente al guarda que no
dejaba de observarle detenidamente cuando me comunicaba las informaciones al respecto.
Como los helechos tan
altos como arbustos, o árboles que albergan nidos de hormigas que al sentir el
golpe o movimiento sobre su tronco se lanzan a defenderlo ferozmente
produciendo picaduras muy peligrosas.
De vuelta a Lopé,
me he vuelto a quedar en el motel para realizar limpieza de ropa, una buena
ducha, beber unas fresquitas cervezas y esperar al tren con dirección Francesville que
según los agentes de la compañía pasaría sobre la una de la mañana. De esta
manera pude dormir y descansar unas pocas horas.