domingo, 27 de octubre de 2019

Finde en Yamena

El viernes Guini pasó a buscarme a la residencia para acompañarme a Inmigración para que me volvieran a poner correctamente el sello de "visto al pasar", de esta manera evito tener problemas al salir del país con un sello que los "policías corruptos" podrían decir que ha sido falsificado por mi!!, según la misma policía de inmigración. Y cierto sería porque me encuentro en uno de los países más corruptos de Africa.
Luego me alcanzó al consulado de Camerún para obtener el Visado de Entrada (50.000Cfa.) pero como no darían hasta el martes, tuve que pagar un "trato exprés", otros 25.000Cfa., si lo quería el mismo día y así evitar tener el pasaporte el fin de semana en el consulado. Aquí todo funciona de esta manera.
Por la tarde di un paseo por su Gran Mercado, un enorme recinto donde caben todo tipo de tiendas y ventorrillos, pudiéndose encontrar de todo. De todo!. Situado en el barrio Grand Marché, esta zona comercial es tan grande que rodea a la Gran Mezquita Rey Faisal de N'Djamena.
Allí también hay decenas de oficinas de cambio y cambistas sentados en banquetas esperando hacer negocio. Cambié euros también a buen precio (715Cfa./1€), justo frente a la Mezquita.
El sábado fui en moto-taxi a Gaoui (2.500cfa. i/v.), una aldea Kotoko (a unos quince kilómetros de Yamena), de reminiscencia árabe con edificaciones de adobe y diseño muy peculiar y la particularidad que prácticamente todas sus mujeres trabajan la cerámica. Aunque ahora muchas de esas casas tienen sus techos de metal corrugado, antiguamente eran de tejas de barro. La globalización y sus precios bajos están acabando con todo lo tradicional.
Me atrajo llegar hasta aquí el poder visitar el Palacio del Sultán (2.000cfa.), un conjunto arquitectónico enteramente de adobe y techos de madera, convertido en museo que muestra retazos de la antigua cultura de la comunidad Sao
Se puede observar todo tipo de artilugios recuperados para esta peculiar "expo", consistente en armamento, instrumentos de pesca como una gran nasa, trampas, restos de una piragua, cerámicas, las enormes Carbanas bordadoas a mano (atuendo, también llamado boubou) que vestían sus jefes confeccionadas en el s.XIX por las princesas kotokos, bastones de mando, imágenes de terracota, un cuenco (sakana) para abluciones, entre otras cosas más.
Las paredes interiores están decoradas con grandes figuras en ocre y kaolín (o arcilla) pintadas cada año por las mujeres después de la temporada de grandes lluvias ya que el agua las destiñe. Dos estancias  laterales servían de habitaciones a las mujeres y a graneros donde se colocaban también jarras y cuencos de cereales, legumbres o pescado seco.
Subiendo a la planta alta por una estrecha escalera exterior erosionada por el paso del tiempo, y del mal tiempo, se llega a una terraza central con amplias vistas al exterior y al gran horno de tierra dentro del patio, a un alojamiento esfera reservado al Sultán, otra sala servía de salón para recibir a los invitados y otra para dormitorios. Las paredes están decoradas con fotografías, retratos de los sultanes y paneles explicativos sobre la cultura kotokoSi se quiere visitar la aldea es necesario un guía (2.000cfa.) para poder conocer las rutinas locales, entrar en algunas viviendas y básicamente cómo realizan los recipientes de cerámicas.
Como me esperaba el moto-taxi que me trajo no tuve que negociar con ninguno de los jóvenes que se encontraban sentados a la entrada del poblado, seguramente con un precio extorsionante para salir de allí.
Pasear por las calles de Yamena es mejor realizarlo al atardecer. El calor del medio día es tan agobiante que es preciso subir a los moto-taxis hasta para trayectos cortos ya que son realmente económico (desde 300 Cfa.).
Las calles están llenas de tierra que se levanta al pasar los vehículos o cuando llega alguna ráfaga de viento. Mirar a la lejanía es ver una nube de polvo que envuelve esta ciudad bastante grande y algo diferente a las demás. Vamos, que también tiene su encanto si no se tiene prisa.
Me han recomendado no fotografiar en la ciudad porque al chadiano no le gusta en absoluto. Siempre hay alguien observando el movimiento del "blanco", especialmente de las manos. Desde que ve una cámara se alerta y comienzan los problemas. Les encanta gritar y si es para beneficiarse pues más aún. Y yo no estoy dispuesto a vivir ninguna situación desagradable. Así pues, me niego a tomar fotos con descaro. Estoy disfrutando de esta ciudad, a su manera!
Como tan solo he estado una semana aquí no me ha dado tiempo de disfrutar de muchos platos locales así que comentaré un poco las características de algunos de los que he visto y probado. 
La cocina de Chad está influenciada por la situación geográfica, sus tradiciones, las leyes alimentarias religiosas y por los países que ha sido invadido, principalmente árabe y francésAlgunas calles huelen a guindillas, cebollas, mango, cardamomo, pescado salado, carnes asadas....
El Norte tiene diferentes tradiciones alimentarias que el Sur, ya que utiliza mucho el pescado seco, el ahumado o el salado. La carpa, la perca, la tilapia o la anguila son más habituales de encontrar, combinado en muchas ocasiones con la okra, un vegetal muy usado en los platos chadianos. En el Sur la dieta no contiene tanto pescado, pero utiliza una variedad de productos de la agricultura como frutas, tubérculos y especias, y no depende tanto de los productos lácteos del ganado como en el N..
Los alimentos básicos incluye sorgo y mijo que se consumen en granos enteros, en polvo para hacer una bola -que llaman la boul-, en pasta, o como panqueques -o incluso extraen la cerveza tradicional llamada bili-bili o coshate, según sea de mijo rojo o mijo común-, papas, calabazas, calabacín, arroz, judías, zanahorias, mandiocas o yucas, sésamo y el maní hecho manteca para aderezar ciertos guisos.
Los puestos callejeros no son tan numerosos y se organizan principalmente al caer la noche, instalándose al borde de las vías, montando unas mesas improvisadas y bancos de madera: calderos con arroz, madioca o la boul -esa masa pastosa que se empapa en salsa (alish) y se come con la mano-. Cuando se come en el desayuno le llaman fangasu.
Hay puestos fijos de barbacoas de carne de vaca, de cabra, que sirven envuelto en un trozo de papel con cebolla, guindilla en polvo, limón y sal, y pan, y así lo comes allí
emplatado.
Carne en salsa con verduras (jarret de boeuf) con chile, ajo, clavo, pimienta, papas, zanahorias y berenjena.
Puestos de pollo o pescado frito, que en algunos casos es fresco y lo fríen en el momento pudiéndolo acompañar con cerveza fría del bar cercano, sandwicherías, zumerías con fruta de temporada (piña, papaya, naranja, guayaba, mango...) hechas con leche, hielo, cardamomo y nuez moscada.
Como bebida se encuentra el Caraje o Karkanji, una bebida popular extraída de las hojas de hibiscus, el Té rojo o verde, diferentes marcas de cervezas (Gale ha sido la que más me ha gustado) que se toma principalmente en terrazas mientras se observa el movimiento callejero, o incluso botellas de alcohol de alta graduación de conocidas marcas pero sólo las he visto vender por las calles de noche.
Los habitáculos preparados para ver los partidos de fútbol europeo, muy seguido en este continente, ya sea una gran caseta o una casa, llena las noches de frenéticos seguidores que a veces acaban a golpes en medio de la calle.
Chad, tradicionalmente uno de los Estados más pobres de África, ha iniciado un proceso de desarrollo gracias a la extracción de petróleo que ha permitido que su PIB haya aumentado todos los años desde principios de siglo. La agricultura todavía desempeña un rol importante, junto a una industria manufacturera dedicada a la producción de jabón, tabaco, azúcar y productos textiles.
Sin embargo, los ingresos procedentes del crudo, junto a la inestabilidad sufrida por algunos de sus países vecinos, han permitido que el país empiece a desempeñar un papel de liderazgo en la región. Las grandes potencias, como Estados Unidos, China y Francia, han aumentado sus intercambios comerciales con la zona.
(...)