sábado, 26 de octubre de 2019

Navegando el Lago Chad

Como habíamos quedado, Guini vino a recogerme al hotel a las ocho en punto, aunque luego perdimos casi una hora buscando un banco abierto porque este hombre necesitaba hacer ciertos asuntos antes de salir de la capital. Ayer no, hoy! Vayapordiós!!
El trayecto hasta el lago Chad lo realizamos por una carretera asfaltada que lleva a la región Hadjer Lamis con muchos baches que hay que evitar constantemente entre enormes camiones cargados con todo tipo de fardos, camionetas con gente hasta los topes incluso colgando de las puertas, rancheras repletas de hombres ataviados con sus boubous y turbantes blanco, grupos de mujeres con trajes de luminosos colores caminado por el borde de la carretera cargando de todo sobre sus cabezas dirigiéndose a los mercadillos, o regresando, pastores con sus rebaños de cabras, extensas llanuras absolutamente planas, completamente secas, algunas que otras lagunas, florestas, bosquecillos de acacias rojizas, aldeas salteadas constituidas por unas pocas cabañas de madera o de adobe cuadradas, redondas o rectangulares dependiendo de la etnia, y sus pequeñas plantaciones de cereales como millet (variedad de mijo más pequeño, también mijo perla), mijo, sorgo... todo un admirable espectáculo para disfrutar a través de la ventanilla del vehículo que hizo muy sencilla y fiable la manera de viajar sin prisas.
Paramos primeramente en el hotel de cabañas (Station Touristiquede Douguia que se encuentra a orillas del río Chari y a 85Kms. de la capital, para intentar conseguir habitación libre porque la tarde anterior Guini había telefoneado pero con respuesta negativa. Precisamente estos días hay un seminario de Salud Pública y estaban aquí hospedándose los asistentes. Así que el plan cambió de rumbo. Nos fuimos directos a Dandi al hotel de cabañas Dent de Dandi, que sí habían confirmado habitaciones libres todos esos días, un recinto con varias cabañas de cemento, redondas, con tres habitaciones cada una, climatizadas (20.000Cfa.) y varios apartamentos con ventilador y baño compartido (10.000Cfa.) y un hall-comedor con barra para servir bebidas. El aspecto es bastante decadente para la cantidad de clientes -locales y extranjeros- que vienen por diferentes motivos. La corriente eléctrica llega de un generador que suele entrar en funcionamiento a partir de las 20:00. El agua corriente es por la mañana y por la tarde-noche.
Tras almorzar y descansar unas horas nos dirigimos de visita a unas enormes rocas con forma de elefante (rocas de El Hamis) acompañado por Herví, un amigo de Guini, y nos animamos a escalarla para observar el paisaje desde las alturas. Aunque tampoco proporcionaba una visión extraordinaria, se puede contemplar las huellas dejada por el lago con el paso del tiempo ya que se está secando inexorablemente (su orilla se encuentra ahora a varios kilómetros de aquí) y algunos pequeños poblados de chozas de madera, caña y rafia donde habitan varias familias con sus rebaños.
Se trata de un conjunto de cuatro rocas basálticas de origen volcánico saheliano (nos encontramos en una zona sudano-saheliana) y curiosas formas que se levantan entre 100-200mts. de altura en medio de una sequísima llanura. Dos de ellas contienen cuevas llenas de murciélagos.
En toda esta comarca, que ha estado periódicamente inundada, predominan las comunidades de pastizales ya que la mayoría de los árboles no pueden tolerar condiciones de inundación prolongada y matorrales de acacias algo gruesas. Sin embargo alrededor del lago crecen baobabs, palmeras datileras, mirras africana y jojobas india, un refugio invernal para millones de aves migratorias. Dos especies de ave son casi endémicas de la región: la Prinia del lago Chad y la Alondra rufa. La mayor parte de los grandes mamíferos han desaparecido debido a la caza, y han sido sustituidos por el ganado doméstico..
Las noches han sido excelentes, llena de estrellas que presagiaban los maravillosos días que íbamos a disfrutar.
Al siguiente día nos levantamos a las 7  de la mañana para desayunar y a las 8 nos dirigimos a Guite, un poblado a 12kms. que se encuentra más cerca del lago. Lo que más me ha llamado la atención han sido la cantidad de policías de aduanas controlando y protegiendo tan celosamente el lugar y el constante flujo de gente de diversas comunidades yendo y viniendo de las islas del interior del lago. Unas pocas tiendas y chamizos hacen de puestos de ventas cerca de la orilla. Tan solo la espera por la autorización, los dos escoltas policiales y la piragua fue hora y media de trajín. Aquí las cosas tampoco funcionan ni con mínima fluidez.
A las 9:45 comenzamos la navegación con un sol que nos daba de costado aunque la ligera brisa que comenzaba a levantarse ayudaba a no sentir mucho calor.
La orilla de esta parte sur del lago está bordeada de un terreno de arcillas oscuras, plantas acuáticas de pantano o hidrófitas, de papiro, herbáceas y lechugas del Nilo (una planta flotante que cubre vastas áreas de aguas abiertas). 
Atravesamos porciones de juncos que en ocasiones nos impedían avanzar si no descendíamos de la embarcación continuando por diferentes vías hasta entrar totalmente en el lago. La superficie del lago está cubierta en un 39% por juncos, un 38% por aguas abiertas un 23% por islas. Una franja pantanosa divide el lago en dos cuencas, norte y sur. Las áreas de aguas abiertas son más frecuentes también en el sur, especialmente cerca de la desembocadura del río Chari, las marismas al oeste y unas series de islas a lo largo de la orilla noreste del lago.
Este mes parece ser que la altura del lago ha ganado metros. Las lluvias pasadas han ayudado a que entre más agua de los diferentes ríos que lo abastecen, como el caudaloso Chari y sus afluentes. El fondo es muy plano y si hace décadas la profundidad superaba los 7mts. ahora tan solo alcanza los 3,5mts..
En la década de los 60 este lago tenía una superficie de agua de 25.000km² pero hace años que registra un descenso a 2.500k. Las altas temperaturas (una media de 37°), la escasa profundidad que facilita la evaporación y la gran presión humana sobre los recursos hídricos por la fuerte inmigración son los causantes de la persistente desaparición del mismo.
Me impresionaba ver a dos tipos armados a mi lado escoltándome aunque la cara de despreocupación que tenían distendía el momento que estaba viviendo. Hace tiempo que no ha habido ninguna incursión terrorista por la zona, y eso es para aprovechar esta gran oportunidad que se me presenta. O que he venido a buscar!.
No se diferencia mucho de los demás lagos que he visitado en mis anteriores viajes, tan solo que está lentamente despareciendo y que es un lago que da de beber a cinco países diferentes constantemente en conflictos armados, entre ellos Nigeria donde trabaja principalmente el grupo de mercenarios Boko Haram, entrenados y pertrechados por varias potencias extranjeras para desestabilizar la región y tener más fácil acceso a sus riquezas naturales (petróleo, gas, oro...).
Aquí la gente habla de ellos como los "vividores", NO-musulmanes, que se han aprovechado del poder arrebatado en ciertas zonas del centro de África para hacer lo que les da la gana en nombre de Alá, pero que en ningún caso representan al Islam. Sino a ellos mismos, obedeciendo oscuras órdenes del exterior.
Realmente el nivel de sadismo de este grupo responde a una táctica para controlar grandes territorios, ya que el terror empuja a miles de africanos a huir y “limpia” el territorio de infieles que culpan de musulmanes moderados o simplemente de no pensar como ellos, pero su ensañamiento con la población escapa a la comprensión. Es cierto que el grupo fundamentalista quiere imponer su versión extremista de la sharía en Nigeria y derrocar al Gobierno, y usa la religión como motor: cientos de secuestrados admiten haber sido adoctrinados durante su cautiverio para seguir una visión fanática de la religión.
No habrían logrado provocar tanto miedo sin apoyos. Sobre todo al principio, la banda gozaba de simpatías políticas y de hombres de negocios acomodados, que favorecían su causa para debilitar al Gobierno central nigeriano. Boko Haram también se llena los bolsillos con el robo de bancos cuando conquistó decenas de ciudades, con el pillaje y con el comercio de cabezas de ganado, un mercado que mueve millones en la zona.
La miseria también desempeña un papel en su poder. La banda, con varias decenas de miles de guerrilleros, comenzaba a ganar miles de reclutas ofreciendo dinero (alrededor de 400€), una moto y una esposa a quien luchara con ellos. Por eso secuestran niñas. En una zona sin empleo ni esperanza, y donde el Ejército entró a cuchillo con la consigna de la lucha antiterrorista por delante y abusó de los civiles, algunos decidieron aceptar la oferta. Para muchos, lo de menos es la religión. Primaba la supervivencia y el afán de heroicidad.
Conociendo de antemano esto, y sin apenas temor, navegar por el lago Chad es un disfrute para quienes amamos la naturaleza en su más amplia esencia.
La primera parada la hicimos en isla Siñaka (o algo así), una pequeña porción de tierra donde habitan unas 200 personas pertenecientes a la comunidad kotokó. Se dedican principalmente a la pesca y la agricultura de subsistencia: cereales de secano como el mijo o el sorgo y diversas verduras y hortalizas. Al descender nos atendió el jefe del poblado y luego nos dirigimos a la choza de la policía para dar conocimiento de nuestro paso por la zona. No pudimos pasear por su interior porque el nivel del agua del lago ha subido bastantes centímetros, inundando las viviendas más cercanas a la orilla y varios accesos al interior, por lo que decidimos ir a otra mayor, con más animación.
Nuevamente atravesamos varias pequeñas islas habitadas y otro control policial para continuar la navegación hacia isla Kina Sa Rom (o algo así), una de las más grandes y con más animación vecinal. Pertenecen a comunidades de diferentes países (Mali, Niger, Senegal, Nigeria, Camerún...) que se han asentado ahí tras las migraciones debido distintos problemas en esta parte del continente. 
Al desembarcar nuevamente tuvimos otro control policial, todo muy cordial y distendido, que nos entretuvo casi media hora revisando la documentación.
La gente es muy amable, saludando constantemente al paso de la comitiva (!).
Hay tantos niños que es imposible transitar inadvertido incluso a una larga distancia. Desde que observaban mi presencia corrían a nuestro encuentro o gritaban jubilosamente para llamar al resto que, inexorablemente, también se acercaban o se agrupaban entusiasmados  en diferentes lugares: ¡algo nuevo sucede hoy!.
Parezco un tipo rudo de esos que van protegido por guardaespaldas mercenarios. La norma en estos casos es que el turista no esté solo en ningún momento y aunque el peligro podría estar varios kilómetros lago adentro, no está verdaderamente confirmado.
En medio del pueblo, bajo una enorme carpa, se encontraban sentados, reposados sobre esteras los jefes religiosos y políticos de la comunidad con quienes charlamos y pedimos permiso para visitar la aldea. Las típicas preguntas de dónde eres, que te trae hasta aquí, como es tu familia, en qué trabajas....
Las casas son de caña, de adobe, incluso de cemento, permitiendo la buena sombra y corrientes fresca de aire, los techos de rafia y muchas de ellas adornadas con dinteles y columnas en las puertas de entrada perfilados con líneas onduladas. 
Se puede encontrar prácticamente de todo en los pequeños establecimientos comerciales y en el gran mercado de la isla. Están bien abastecidos de todo lo que se podría necesitar para sobrevivir en el interior del lago.
La agricultura local es similar a la del continente: cereales de secano como el mijo perla, el maíz, el trigo, el sorgo, y una variedad amplia de verduras, hortalizas y ganado . Como tienen agua en abundancia que obtienen de los pozos o directamente del lago la vida es más fácil.
Hay cabañas donde se bebe cervezas, en la mayoría de los casos caliente, a no ser que llegue una buena partida de hielo desde el exterior. Los generadores eléctricos dan corriente a los más pudientes. Y los partidos importantes de la liga europea de fútbol en su local correspondiente, como no podría ser de otra manera!.
La vuelta la hicimos cayendo la tarde lo cual produjo que llegáramos poco antes del anochecer, algo inusual en los turistas que puedan realizar este tipo de visitas, pero nos lo permitieron. Buen contacto he tenido, pues.
La cena de pescado frito, con la bule (bola de masa de mijo o de sorgo) y pan de barra la hicimos sobre una de las tantas esterillas de mimbre que colocan frente a los chamizos de cañas junto a la carretera en un poblado a varios kilómetros de Dinde.
El jueves fuimos al mercado en la gran explanada de uno de los tantos poblados de la región. Este tampoco se diferencia mucho de los mercados de pueblo africano, si acaso los coloridos trajes de algunas mujeres que hasta allí se acercaban y la presencia de diferentes comunidades de otros países que viven en esta parte de Chad. Más de un centenar de puestos con mesas o expositores de madera y gente sentada vendiendo sobre telas, esterillas o plásticos todo tipo de artículos: sandías, cereales, verduras y hortalizas -todos en pequeñas cantidades por ser de sus propias cosechas-, pescado seco o ahumado, carnes, ganado, saltamontes fritos -o incluso vivos-, aceite de cacahuete y de palma, miel, bisutería tradicional y china, ropa de diferentes estilos, carbón vegetal, jabón natural..., lo mismo que todos los mercados locales.
Aprovechamos para almorzar en uno de los entoldados junto a los puestos de barbacoa de carne de cabra o vaca sentados en su interior sobre alfombras de esteras mientras observábamos el movimiento de la concurrencia. Tomamos te para luego dirigirnos a Dougia ya que el martes nos habían dicho que esa noche podríamos tener al menos una habitación libre. 
Al llegar aún no estaba disponible y aprovechamos para descansar sobre colchonetas a orillas del río Chari, escuchando las aves que revolotean sobre los árboles del recinto. Aquí también se nota la cantidad de agua que lleva este río y aporta directamente al lago Chad. Ha habido bastantes lluvias y eso se está notando este año con la subida del nivel del mismo.
Finalmente, y muy a pesar mío, no pudimos quedarnos a pasar la noche porque no se liberó ninguna habitación por lo que tuvimos que volvernos a Yamena.
Esta vez me quedo en una de las habitaciones que dispone la Parroquia de Kabaloye o Centre d’accueil de Kabalaye (16.000Cfa./dos camas, ventilador, ducha, lava-manos, baño compartido y desayuno), en el centro de la ciudad, muy cerca de su Gran Mezquita (financiada por Arabia Saudí) y su peculiar Gran Mercado rodeado por una galería comercial diseñada al estilo de las murallas medievales y torres de vigilancia. Dentro del recinto se encuentra el mercado propiamente dicho, con más de un millar de puestos y tiendas. Fuera de los muros, la parte norte de la edificación está ocupada por un espacio público semicircular centrado alrededor de una escultura monolítica, un lugar para que las personas se reúnan junto a la mezquita, e innumerables puestos de cambistas atentos a quien pasa buscando cambiar divisas, con unos precios más que aceptables. Me cambiaron el Euro a 715Cfa..